En las clases de Hula yo soy la mayor en edad, soy incluso mayor que la maestra, pero eso esta bien por mi. Yo solo quiero ir a Hawaii y esta es una de las maneras de acercarme sin tomar un avión. Aunque eso es secreto y nadie lo sabe, prefiero pretender que me apasiona el baile mientras mi historial dice lo contrario.
Hablando de secretos. La más joven de la clase tiene 11. Una tarde en mitad de la clase se me acercó y me preguntó si podía guardarle un secreto, le dije “no”, me miró extrañada y le contesté “no, no puedo asegurártelo pero si quieres puedes contarmelo”, y después de unos segundos me dijo “tengo novio”.
El otro día mientras esperabamos a entrar a clase le pregunté que cómo iban las cosas con su novio, y me contestó: “mal, ya no tengo novio… la verdad es que no hablabamos, sólo jugabamos, así que le dije que mejor fuéramos amigos”.
Así que ya saben: no sólo se trata de divertirse, también hay que hablar.
Y por eso no puedo guardar secretos de los niños porque son tan magnificos como para reservármelos.
